Lloriqueos entre los 3 y 4 años

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Definición: simular el llanto o llorar sin fuerza por una causa leve. Sinónimos: sollozar, gimotear

Cuando los niños cumplen los 3 años observamos cambios en su desarrollo y maduración:

  • Controla las interrelaciones en su entorno.
  • Conoce cada vez mejor su identidad y su rol, desarrollo de la autoconciencia.
  • Empieza a controlar su comportamiento, conoce los valores, las normas, costumbres, conductas deseables, indeseables y las habilidades sociales.
  • Aún están en desarrollo algunos aspectos de la norma social, por lo que se enfada con frecuencia y tiene rabietas o lloriquea.
  • En ocasiones sus deseos y lo que los demás le exigen están en conflicto y no lo comprende.
  • La familia y el grupo social son fundamentales para que aprenda los valores y las normas.
  • Cuando se dan cuenta de que nadie puede conocer sus pensamientos, desarrollan la habilidad de mentir.

Por lo tanto el Lloriqueo es una conducta evolutiva sana que como padres educadores debemos de “orientar y aceptar”.

La clave esta en la “Frialdad” y en el uso correcto de las 5 “Cs”: Claros, Concisos, concretos, consensuado y por ende cariñosos.

Cuando los niños se niegan a realizar alguna rutina o no consiguen lo que desean, comienzan los sollozos ¿Por qué?:

  • Existe un conflicto entre sus deseos y lo que le pedimos.
  • Están desarrollando la habilidad de manipula, cambiar lo que les rodea.

¿Cómo se debe actuar ante el sollozo constante?

  • Como educadores no debemos mostrar nuestros sentimientos, la frialdad ante las conductas inadecuadas es lo más sano.
  • Debemos de indicarle al niño lo que esperamos de él, usando las 5 “Cs”: tenemos que ser:
    • Claros: explicar con palabras adecuadas a la edad lo que queremos, bajar a su nivel, buscar sus ojos y encontrar el momento adecuado.
    • Concisos: debemos ser breves, no extendernos con explicaciones largas.
    • Concretos: la corrección debe de ser únicamente sobre un comportamiento actual, ser precisos y específicos, explicar únicamente una conducta inadecuada.
    • Consensuar: todos los adultos a cargo del niño deben de ponerse de acuerdo en cómo, cuándo y por qué se debe corregir cierta conducta.
    • Cariñosos: tenemos que estar seguros de nosotros mismos, saber que la corrección de conductas inadecuadas “sollozar” es beneficioso para los niños. Ellos están evolucionando constantemente, buscando nuevos límites, explorando con sus nuevos comportamientos hasta donde pueden llegar.

Tener siempre claro que se trata de fases evolutivas normales en las que los niños se van probando y jugando, reconociendo el medio que les rodea, incluyendo la manipulación y la mentira a los seres humanos a su cargo.

Caso practico:

Nicolás tiene 3 años y medio, va a la compra con su madre. En un momento de aburrimiento de Nicolás y ante el bombardeo constante de estímulos apetecibles del centro comercial, comienza el sollozo bajo y constante “Buaaaaaaaa, Mamaaaaa, quiero ese caramelo”.

Respuesta inadecuada:

La madre según esta comprando tomates, sin mirar a su hijo dice: “No, que luego no cenas y hoy tienes verduras”

La respuesta es inadecuada, por: no mira a su hijo, le recuerda las conductas que ha hecho mal en el pasado, compara las verduras con el caramelo, no existe explicación.

Nicolás aumenta el sollozo y comienzan las lágrimas.

La madre de Nicolás cansada y agobiada por el espectáculo que da su hijo le compra el caramelo.

  • Nicolás condiciona su respuesta, su cerebro ha comprendido que cuando se aburra y desee algo lo que tiene que hacer es lloriquear.

Respuesta adecuada:

La madre de Nicolás baja a su nivel y con palabras adecuadas y contacto físico le explica: “Nico ya estamos terminando, pronto nos iremos a casa a cenar. Te estas portando genial, ya eres un chico mayor y sabes que en casa tenemos caramelos. Después de cenar tendrás tu premio. Venga ayúdame a elegir…….

La respuesta es adecuada pues la madre ve y entiende que la petición de su hijo esta relacionada con el cansancio y el aburrimiento, le orienta hacia conseguir un nuevo objetivo y le hace participar de la tarea, le refuerza y pacta con él.

La madre es consecuente con sus palabras y agiliza la compra haciendo participar a su hijo.

  • Nicolás ayuda a su madre, va cesando su lloriqueo y se siente importante por elegir.
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