Cómo contestar las preguntas de los niños

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No hay que obsesionarse con encontrar la respuesta precisa. Tampoco hace falta buscar complicadas explicaciones científicas, porque, si no se adecuan a la edad del niño, no las comprende y lo abruman.

Respondamos a sus preguntas con naturalidad y sentido común. A veces pueden ayudar pequeñas comparaciones y ejemplos.

Aun así, el niño no siempre lo entenderá, pero eso no es tan grave. Lo importante es que sepa que las preguntas tienen respuesta, que él puede buscarla y que nosotros apoyamos esa conducta.

Si un niño de 4 años pregunta: “¿Por qué funcionan los coches?” todavía no podremos introducirlo en los secretos de la mecánica, pero es una buena ocasión para iniciarlo en nociones como rueda, motor, conductor, combustible, velocidad…, con lo que se favorece su capacidad de observación, se enriquece su vocabulario y se le alimenta con datos que podrá utilizar más adelante.

Puede ocurrir que, después de esforzamos en encontrar una respuesta, el pequeño apenas la escuche y se distraiga o pase a otra pregunta. No nos enojemos ni le respondamos con absurdos o ironía.

A veces no importa tanto el contenido como el mecanismo de la comunicación en sí. Preguntar por preguntar le resulta divertido e interesante, y lo ejercita en el arte de conversar. Es, por lo tanto, un entrenamiento útil en el que tenemos que colaborar.

Consejos prácticos:

  • Valora la pregunta de tu hijo. Es la mejor señal de su avance en cuanto a madurez y curiosidad.
  • Míralo a los ojos cuando te hable y te pregunte. Nunca le evites la mirada, eso le hará pensar que ha cometido alguna falta que merece tu indiferencia.
  • Usa palabras fáciles de entender por él, de acuerdo a su edad.
  • No te escandalices. No cuestiones el lugar, ni el tema, ni el momento de la pregunta.
  • Se directo, pero no crudo. Se emocional, pero no uses susurros o murmullos que le den un carácter prohibido al asunto.
  • Usa ejemplos sencillos. Puedes recurrir a casos de tu propia experiencia, seleccionando los más apropiados.
  • Si no conoces el tema, o no te sientes seguro sobre la respuesta, tienes muchas herramientas de consulta, como Internet, libros, videos o hasta el paisaje que ves desde casa.
  • Nada de «no tengo tiempo para eso» o «pregúntale a tu mamá».
  • Una vez respondida la pregunta, pregúntale tú si entendió, o si tiene alguna otra pregunta.
  • Afírmale que cualquier otra duda que tenga, siempre confíe en ti para resolverla.
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