¿Niños consentidos o mimados?

ninos-consentidos

Revista ser padres. Entrevista al Psicólogo Infantil Luis Lebrusan.

¿Podemos diferenciar entre consentir y mimar si entendemos que consentir es dar todos los caprichos y mimar, ofrecerle todo el cariño del mundo sin que ello signifique no ponerle límites?

La respuesta es no. En nuestra cultura se usan indistintamente, tanto en tono positivo como negativo. Su antónimo es educar. Educar es querer la autonomía de nuestro hijo.

Una de las partes más importantes de la educación es poner límites, es crear un mundo seguro en el que el niño sabrá lo que sucederá después, entonces su mundo es predecible, confiable y cariñoso.

¿Cuándo se considera que un niño está demasiado consentido y qué consecuencias puede tener para él?

Cuando los comportamientos de nuestro hijo manejan a su antojo la vida familiar, escolar y social, produciéndonos problemas y sentimientos negativos.

Cuando los padres están agotados, ya no saben qué hacer, no quedan ganas para jugar o divertirse. La convivencia con un niño consetido&mimado es agotadora, es necesario estar alerta para prever los posibles conflictos y adaptar constantemente las rutinas y horarios.

Consecuencias: Un niño consetido&mimado tendrá un bajo umbral a la frustración, es decir usará sus estrategias (rabietas) para conseguir lo que quiere a la menor oportunidad. Su amplio repertorio de rabietas y comportamientos inadecuados se va perfeccionando y cada vez son más fuertes e hirientes. Puede llegar a “retar” con comportamientos peligrosos para la salud.

Su autoestima y autoconcepto es frágil e inadecuado, el niño recibe valoración y atención por las rabietas y no por sus conductas adecuadas.

Los padres están agotados, ya no saben qué hacer, no quedan ganas para jugar o divertirse.

¿Es importante marcar unos límites y que aprenda hasta dónde pueda llegar, aunque intente superar esa frontera?

, los niños deben de tener límites e intentar superarlos, es un rasgo de autonomía e inteligencia. Debemos ser los padres los que con mucha paciencia y frialdad pongamos las fronteras, sin alteración indicar lo que esta mal y reforzar con teatro lo que esta bien.

¿Qué técnicas ayudan a evitar que acabe siendo un pequeño tirano con los padres?

La paciencia, la frialdad y el sentido común son las mejores herramientas. Saber reforzar con fuerza lo positivo y ser objetivo y frío en lo negativo.

Darle tiempo a la rabieta para que disminuya, cuando se calme hablaremos con él, reconocer algún error por nuestra parte y pedir perdón es muy útil, darle modelo.

Si nos sentimos culpables por pasar menos tiempo con él del que quisiéramos, ¿es frecuente que no seamos firmes cuando intentamos que siga nuestras orientaciones?

Sí, cuando nos sentimos culpables, nuestra firmeza y autoridad desaparecen. En estos momentos es cuando tenemos que utilizar nuestra inteligencia emocional y reafirmarse en que las normas dan seguridad y autonomía a nuestros hijos. En definitiva les educan y les hacen felices.

 ¿Confundimos con frecuencia quererlo y consentirlo?

Sí, como padres tendemos a la sobreprotección de nuestro más preciado milagro, nuestro hijo. El darnos cuenta de que nuestro “trabajo” es educar en valores y autonomía, en rutinas, hábitos y normas, es lo que nos llevará a ser más felices y a disfrutar más de nuestros hijos conviviendo en sociedad.

Como adultos tenemos que ser capaces de flexibilizar según cada situación, darnos cuenta de si esta malo, son vacaciones, tiene hambre o sueño etc.… En estas situaciones seguir igualmente las pautas, pero tenemos que ser aun más cariñosos y pacientes.

Blog

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *